Carta al director de Eduardo Apellániz Bastero.
Increíble pero cierto... Carmelo vuelve a las andadas.
Carmelo, alcalde socialista de Castilleja de Guzmán, no se ha enterado de que la Junta de Andalucía va a invertir más de 600.000 euros en construir 6 nuevas aulas en el IES Las Encinas de Valencina, donde acuden tanto los hijos de Valencina como los de Guzmán a estudiar. Y no se le ocurre otra genial idea, en plena crisis, que pretender derrochar dinero público en construir en su pueblo un centro de educación de secundaria innecesario, tanto por la oferta de plazas en Valencina como por la evolución poblacional de Guzmán, dentro de un ámbito protegido paisajísticamente por el BIC de los Jardines de Forestier y en un relleno de escombros sobre el arroyo Alfileres, dentro de una zona que supera los 20 metros de desnivel, aún a pesar de las instrucciones de las Normas Subsdiarias de Planeamiento vigente adaptadas parcialmente a la LOUA. No es la primera vez que propone hacer un desaguisado en zonas protegidas escudándose en actuaciones de interés general. Recordemos el dolmen de Montelirio o la Escuela de Hostelería o su no pero sí en el caso del trazado de la autovía de los dolmenes. Dicen que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra, pero en el caso de Carmelo es que no se le escapa ni una. Lo dicho Carmelo vuelve a las andadas...
Increíble pero cierto... Carmelo vuelve a las andadas.
Carmelo, alcalde socialista de Castilleja de Guzmán, no se ha enterado de que la Junta de Andalucía va a invertir más de 600.000 euros en construir 6 nuevas aulas en el IES Las Encinas de Valencina, donde acuden tanto los hijos de Valencina como los de Guzmán a estudiar. Y no se le ocurre otra genial idea, en plena crisis, que pretender derrochar dinero público en construir en su pueblo un centro de educación de secundaria innecesario, tanto por la oferta de plazas en Valencina como por la evolución poblacional de Guzmán, dentro de un ámbito protegido paisajísticamente por el BIC de los Jardines de Forestier y en un relleno de escombros sobre el arroyo Alfileres, dentro de una zona que supera los 20 metros de desnivel, aún a pesar de las instrucciones de las Normas Subsdiarias de Planeamiento vigente adaptadas parcialmente a la LOUA. No es la primera vez que propone hacer un desaguisado en zonas protegidas escudándose en actuaciones de interés general. Recordemos el dolmen de Montelirio o la Escuela de Hostelería o su no pero sí en el caso del trazado de la autovía de los dolmenes. Dicen que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra, pero en el caso de Carmelo es que no se le escapa ni una. Lo dicho Carmelo vuelve a las andadas...